Desde niña cosechó elogios por su manejo del barro, así que decidió que la cerámica sería la ocupación de toda su vida.
Su vocación natural hacia la química, ha sido clave para resolver diversos problemas con esmaltes en su oficio como ceramista. Su colaboración en el taller de Jorge Wilmot y sus estudios de cerámica en California e Italia, sentaron las bases para la creación de Xochiquetzal su propio estudio artesanal, donde con disciplina y perseverancia, produce piezas de uso cotidiano y murales cerámicos de su inspiración.
Ha coparticipado a lo largo de su carrera con artistas como Rafael Zamarripa, Jorge Navarro, Luis Valsoto y Javier Arévalo.